Les paso una poesía bastante añeja que tenía archivada. Revolviendo papelerío viejo, la encontré. La transcribo.
SABRINA
Te imagino doncella
masticando el dolor
y brillando esos ojos negros
hasta opacar al sol.
Como mi bella durmiente
aguardando ese ansioso beso
enredarme en tu pelo resplandeciente
enloquecerte como en un sueño.
Me vestiré de caballero
llenaré de orquídeas tu sendero
cuando amanezca y aún esté el lucero
despojaré mis inhibiciones
y encenderé tus deseos.
Dulce fogata de amor
que habita en este baldado cuerpo
¿tus manos podrán embriagarme de paz?
¿tu boca será mi iluso puerto?.
Pero mis retinas te ven partir
y mi corazón te siente lejos
vos; mi reina, princesa, plebeya y doncella
desaparecés con la última luz
de esta luna de Enero.
(18 de Mayo de 1998)
Dedicada a una compañera de Teatro de aquel entonces. A las semanas dejó de ir, ¡y me quería cortar las pelotas! A fin de año dejé yo, pero es para otra nota mi incursión teatral.
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