APARIENCIAS

"TE TRATAN DE LA MANERA EN QUE TE VISTES"

(William Shakespeare)

Muy oportuno este aforismo del gran Willy. Y viene a cuento de lo que voy a contarles hoy.

Resulta que una de mis labores en la imprenta es salir a pasear. Le digo salir a pasear el entregar libros a las editoriales o librerías. En este caso, entregar cartillas médicas en las oficinas de las respectivas medicinas prepagas.

La primera vez que fui, a principios de Febrero, fui con la ropa del laburo (todo ciruja), pelo largo, oloroso de transpiración, barbudo. Me vieron entrar y por poco no se me cagan de la risa de mi facha onda personaje de Mariano Martinez en Valientes. Me ignoraron y los flacos se regodeaban de lucir sus raras ropas nuevas delante mío. Las minas ni la hora. Desacargué todas las cartillas del c3 (unas 1500 para que se den una idea de lo que transpiré, abajo del sol con unos 34 grados a las 11 de la mañana). Ni agua me ofrecieron!!.

Me fui más caliente por el trato que por el trajín. 

A las 2 semanas volví, pero esta vez estaba afeitado, el pelo todavía largo y desprolijo y andaba con una remera de Los Beatles. Siguió la indiferencia, pero.... varios repararon en mi remerita gastada.

-Ah, no es un cabeza este pibe- lo oí a uno murmurar. Justito me dí vuelta y le sonreí. Envalentonado me puse a cantar algo de ellos mientras iba y venía con el carrito llevando las cartillas desde la puerta hasta el depósito; esto me obligaba a cruzar varias oficinas y pasaba ante la vista de todos. Siempre me acuerdo que aquella primera vez una mina guardó el celular que tenía sobre el escritorio por donde pasaba. No le dije nada, me callé. Ahora, esta segunda vez mientras cantaba Strawberry fields forever la chica en cuestión lo dejó donde estaba. Después me oyeron cantando Yo soy la morsa... esta la elegí a propósito, porque es bastante jodida la letra, es un trabalenguas y solamente la canta uno que sepa el idioma y por fonética no te sale. Terminé mi trabajo y nos fuimos.

Eso hasta esta semana.

El miércoles volvimos a esta medicina prepaga que está sobre la Avenida Alberdi (estoy pensando si tiro el nombre) y como era algo tarde, el suegro de mi jefe me pidió que directamente me cambie que cuando terminara me vaya directo a mi casa. Bueno, me puse la ropa que siempre uso y nos fuimos. Al llegar, hasta las chicas de la recepción me miraron... 

Ahora, estoy con el pelo corto; encima me había bañado y bien vestido... irreconocible. ¡Hasta me dijeron hola las chicas de la recepción!

-¿Venís a entregar las cartillas?-

-Sí, decime dónde está el carrito así empiezo-

-Al fondo, pasá sin problema-

Pasé al fondo y me reconocieron por los anteojos y porque entré cantando Socorro.

Seguí mi camino y un pibe me dirigió la palabra.

-Ah, el carrito está allá, pará que te lo paso-

Hice mi trabajo tranquilo para no ensuciarme (me iba a la facu esa tarde) hasta que terminé. Dejé el susodicho carro donde lo agarré y cuando ya me iba... ¡las chicas me saludaron!.

-Chau, hasta la próxima-

A medida que caminaba para Puan por Rivadavia pensaba en cómo me habían tratado esta vez...

Hoy volví a ir a hacer la última entrega al mismo lugar (Alberdi al 3500).

Y como el miércoles, fui "producido" por el mismo tema. Otra vez lo mismo, no se rieron de mi facha, no me miraron raro. Es más, en un momento casi se me caen los libros a la mierda. Uno de los chicos se acercó y me ofreció ayuda para sostenerlos.

-Gracias, me arreglo solo-

Esas 2 primeras veces casi me pasa lo mismo y nadie vino.

Y una de las chicas de la recepción (un bombonazo la nena, terrible culo bien redondito) cada vez que pasaba me miraba de reojo. La miré una vez y corrió la vista al toque. Cuando me iba, se levantó como para irse a buscar algo... pasó al lado mío y le regaló a mis ojos una panorámica de sus nalgas. Arrrffff!!!.

En conclusión: Shakespeare fue un visionario. Las personas (y me incluyo en el 80% de los casos) se guían por la vestimenta para con el trato con el prójimo. Esta anécdota me queda como referencia para ratificar el dicho con el que encabecé la nota.

Bye.

Chris+