viernes, 13 de febrero de 2009

PRIMERA SEMANA EN MI NUEVO LABURO

Güenas y santas a la paisanada.
Pasé la primera semana completa en mi nuevo laburo.
Tengo ganas de contar cómo me está yendo.
Ya de entrada me hicieron sentir cómodo. Bien recibido, resulta que tengo de compañero a un viejo amigo que ya fue compañero de trabajo en lo de Esteban. Hace varios años que no nos veíamos. Se alegró de verme: lo primero que me preguntó fue...
-¿Y, completaste la colección de Los Beatles?-
Otro enfermo Beatle como yo. Nos pusimos al día en estos días. El resto, bueh, me tantearon el viernes pasado, el lunes. De a poco voy engranando. Somos nada más que 7 personas en el taller.
Un botón de muestra de qué clase de gente es esta:
El viernes fui a cambiarme y, tal como acostumbraba antes en Villa Luro, me lavé un poco y listo; el viejo que labura ahí me paró y me dijo:
-¡¡Eh, tan rápido te bañaste!! ¿Cómo hacés?-
-No me baño en el laburo, espero a llegar a mi casa-
-Pero pibe, sos un mugriento, cómo vas a viajar todo sucio, acaso no te gusta el agua- Me tocó el orgullo. Justo a mí tratarme de negro cabeza!!!. Me dijo que el baño después del trabajo es "obligatorio".
-Sino, te metemos de prepo en el agua con ropa y todo, mugrientos acá no-
Bang bang. Gente limpia. Pensar que allá en Villa Luro casi nadie se bañaba... bueno, no había condiciones para bañarse hay que reconocer. Ni duchas, un caño que sañe agua fría y listo.
Ya el lunes llevé toallón y jabón...
Otra: mientras me cambiaba el miércoles, veían que andaba con la guita encima y así laburaba.
-Dejá la plata tranquilo acá en el vestuario en el bolso, acá nadie toca nada ajeno; es una bajeza robarle a un compañero de trabajo-
Bang bang 2. Gente decente. en Villa Luro dejabas 5 centavos y a los dos minutos desaparecían... ni hablar que por ahí te morfaban la comida de la heladera, te escondían la ropa, las zapatillas, la mochila, contaba estas cosas y se sorprendían.
-Pero ¿qué clase de gente labura allá?. No se puede ser tan negro barato, si acá entra uno así no dura dos días, o se encarrila o chau, lo hacemos rajar-
Había dicho que en lo de Esteban laburaba gente con la que jamás hablaría si no fuera por estar ahí adentro. Salvo unas poquitas exccepciones. Acá lo contrario, me gusta el ambiente. El jefe casi ni está, viene un rato, saluda, mira cómo van las impresiones y chau. Ni abre el taller. No nos molesta nadie, me encanta tanta paz.
Pero lo más destacable no es solamente reencontrarme con Darío y hablar de Los Beatles todo el día; es otra clase de gente, eso para mí es un progreso.
¿Y el jefe?. Bien, me conoce de hace 10 años maso. Ojalá cumpla lo acordado. Porque por algo fue a buscarme.
Bye.
Chris+

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