Pulguita, chanchita, bolita de fraile, jamoncito, mignoncito, o simplemente July.
¡Pobre mi hijita!. Tiene el record de sobrenombres de los cuatro!.
Igual que Antonella, vino de yapa. Ni soñábamos con otro hijo, menos una nena. Cuando el ecógrafo (y este sin equivocarse, eh) dijo "una niña" no entendía nada... ¡UNA HIJA!. Fue una cosa reloca, aparte de otro bebé. Y casi sin diferencias de edad (375 días se lleva con Iván) con el hermanito.
Fue de todos los partos el más tranqui (y se refleja en el caracter de Julieta Tamara; ah, qué dulzura los nombres, va todo con ella, como una bolita de fraile rellena). Con fecha de cesarea programada -Iván salió con cesárea- fuimos al hospital Velez Sarsfield con anticipación. 8 de la mañana presentarse, salimos a las 6 de casa. Se internaba el 5 para nacer el 6. En el tren comenzaron las contracciones. Cada 2 estaciones, zas, dolor. Así llegamos a Liniers. Subimos al 106 y dale que dale. Llegamos, la dejé, esperé afuera.
A las 11 sale caminando a la sala de parto.
-Esperá un poco que la vamos a hacer nacer ahora- dijo el doctor.
12 menos 20 sale la enfermera.
-Señor Cabrera?. Nació su hija, pase a verla-
Cuando la ví!!!!. Qué cosa tan linda, rosadita, gordita. pesó 3,050 kilos y midió 45 cm.
Una pelotita era.
Antonella pesó 2,950 y midió 46 cm.
Así que July fue la más cortita de todos los hermanos.
Ahora la veo y me muero, es una muñeca. Me ensancho cuando la llevo por la calle. Me felicitan, me paran para verla, ¡para sacarle fotos con los celu!. De no creer.
Eso sí, pasé varias feas con ella; una semana internada en el Fernandez por neumonía en Septiembre de 2007; dos semanas en el Gutierrez por un broncoespasmo viral que no me la mató de milagro. Tiene un retraso neuromadurativo de 5 meses, por eso es que aún no se para sola. Recién ahora pide que la ayuden a caminar. Y no camina, obvio. Ni gatea. Se arrastra con su culito a 200 km por hora.
La quiero un montonazo, le muerdo los cachetes, qué se yo...
JULY ES JULY.
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