lunes, 17 de noviembre de 2008

LAS DIVINAS DE PUAN

A medida que lean se van a dar cuenta de lo calculador e intuitivo que soy a veces. Es en general cuando mejor me salen las cosas; la espontaneidad se me caga de la risa.
Ocurrió que me había anotado otra vez en la universidad. Nueva carrera.
Después de 6 años de desencuentros de todo tipo (desempleo, crisis por todos los frentes, desmotivación,etc) decidí con el apoyo de Naty y Ayu retomar los estudios y buscar algo más corto que psicología ,la carrera original.
Claro que, antes de eso, debía volver a tener un laburo estable.
Así que como Esteban me había dado una nueva oportunidad (de laburo aclaro, suena a otra cosa!!) se daban las condiciones para reintentar la carrera universitaria: Laburo, pareja estable... eh... familia en consolidación es lo correcto.
Un día en casa, a Ayelén se le da por revolver mis cosas. Halló mi vieja libreta universitaria. Me preguntó de qué se trataba.
-La libreta de la Universidad Ayu, no la rompas-
-¿Universidad?. ¿vos ibas a la universidad?-
-Sí, fui un tiempo y abandoné. Y ahora con ustedes dos, no creo que vuelva-
-¿En serio ibas a la universidad y nunca me lo contaste?- esta clase de diálogos con Ayu (pese a sus 9 años) eran frecuentes. Una adultita en el cuerpo de una nena.
-Ya te dije que sí, esa libreta es la evidencia. Es como tu boletín con las notas. No cambia nada. ¿Respondida tu pregunta?-
-Ahora te voy a hacer una yo, ¿vas a volver?- me dejó mudo y antes que diga "a" siguió - te pregunto porque me encantaría tener un papá con título universitario, que vaya a trabajar de traje y en el auto. ¿VAS A VOLVER A LA UNIVERSIDAD?-
Ese sábado cambié los objetivos de mi vida o los redirigí. Ese diálogo fue fundamental para hablar con Natalia luego y decirle que al año siguiente volvería a estudiar. Iván a esa altura era un esparmatozoide pidiendo salir de las pelotas.
Busqué una carrera corta que me atraiga. Así di con Edición.
Cuando ví de qué se trataba ni lo dudé. Pensaba que era un pelotudo, cómo no la vi antes, si la hubiera empezado en 1999 ya la hubiera terminado... así son las vueltas de la vida.
Después de los bardos de fin de 2005 y principios de 2006 me anoté con todas las ganas. Ya no por Ayu, sino por el futuro mío y de toda mi familia.
Arranqué bien. A esa altura estaba en otro laburo (que no veía con buenos ojos mi carrera) y puf. Sin laburo y con un hijo recién nacido y encima con otro por venir. En Abril de 2007 fui a visitar a Esteban de nuevo y me recibió con los brazos abiertos. Una señal. Desde ahí comencé a repuntar alto. Y la facu otra vez en los planes. Llegó July.
Me anoté en Administración de la empresa editorial... jamás imaginé lo que vendría después!!.
Ya en la primer clase la ví. Se sentó cerca mío. Primero fue ella. En las siguientes clases siempre estábamos cerca pero cero palabra. En los teóricos no podía creer mi suerte. También juntos. La miraba y nada. A veces creo que me tenía visto, pero por la casualidad de coincidir en los prácticos.
Una vez estaba esperando para entrar al aula sentado. Llegó y... ¡se paró casi al lado mío!. Se puso a hablar con otra chica.
Ahí me enteré que Antonela se llamaba Antonella. Me alegré de saber su nombre pero qué sentido tenía, ni me animaba a encararla y decirle "hola" y sacarle cualquier tema de las clases.
A todo esto, el 18 de septiembre fue el parcial. Llegué temprano. Me acomodé y me puse a estudiar algo, venía atrasado con la teoría. A la hora, siento como que alguien me mira, esa sensación la tengo de siempre; levanto la vista y para mi sorpresa era Antonela que entraba con otras chicas hablando. Señaló para mi lugar y vinieron a sentarse adelante mío las 4. Encima, Antonela justito adelante de mi silla. Ahí conocí a Ana y a Mónica. La otra chica en cuestión no vale la pena nombrarla, al tiempo se abriría.
Terminé primero que ellas, al dejar el parcial la miré y me miró. Me sonrió y siguió en lo suyo. Ana y Mónica también me miraron pero nada...
Esperé al trabajo grupal para tener la oportunidad de conocerla. En otra nota mencioné la neumonía de July. Justo el lunes que se formaban los grupos estaba en el hospital con ella. Me olvidé de eso. Al volver a clases al otro lunes caí. Ya estaban los grupos formados y estaba más solo que armenio en Estambul. Al terminar la clase me dije "AHORA O NUNCA".
Con mi habitual cagadismoenlaspatas las encaré, ahora sí, y les pedí si me dejaban estar en su grupo. Ahí supieron que me llamo como me llamo.
-¿Christian?. bueno, yo soy Antonela y ella es Ana, faltan dos chicas más, Mónica y Rocío. Igual vamos a hablar entre nosotras si te aceptamos o no, te aviso por mail-
Así empezó. Encima así, deliberando entre ellas si me aceptaban o no, cual prisionero de las Amazonas si se lo lastran o no. Je, se hicieron las misteriosas, me aceptaron.
-Vos sos el que trabaja en una encuadernación, me acuerdo de esa clase, por eso te aceptamos, sino aprobamos...-
¡se acordaba de esa clase en la que conté a todos de mi laburo!.
Y pasó el tiempo. Ya un año que somos amigos los 4. A medida que corrió el almanaque empezamos a contarnos cosas de nosotros. Que Anto vino de La Pampa a probar suerte, publicó un libro, estudió periodismo deportivo; que Ana vivía cerca de ahí con su historia familiar a cuestas, su gato siamés y su locura por los chicos (si viera a July me la secuestra); que Moni ayudaba al marido en la pizzería de ambos en Lugano, de la enfermedad de su hijo, de sus miles de miedos a casi todo, de su paciencia para escuchar a todos; y ellas vivieron el embarazo de Antonellita como si fueran de mi familia, la internación de July, y de a poco conocieron esas cosas que pocos saben de mí.
Para mi cumple llegó la señal crucial. Ya no podía ser una relación universitaria... me inundaron de regalos, de mimos.
Pero lo máximo vino el otro día, el 13.
Cuando me regalaron ese conjuntito para mi hija me di cuenta que algo significaba para ellas.
Así que... puedo decir que a veces la vida es extraña cómo se desarrolla. El destino es sabio, nos conduce a los lugares apropiados, en los momentos justos y a las personas indicadas. No fue casual mi postergacíón de los estudios. Era que se iban a cruzar por mi camino e ingresar a mi vida.
Apenas la vi a Anto entrar aquella noche lo supe.
-Algo me llama la atención en esa chica y lo voy a averiguar-
Mi vida cambió desde que las conozco sin haberme dado cuenta.

ANTO, ANA, MONI: SEPAN QUE LAS REQUIERO A TODAS, Y POR ESO FUE QUE ANTONELLA MAGALI FLORENCIA SE LLAMA POR USTEDES.
UNA INICIAL POR CADA UNA.
Bueno, Ana se llama Ana Florencia...
Mónica no le iba a poner pobrecita!!. La "M" basta. (perdón flaca).
Y Antonella, qué más agregar.

Si llegan a leer esto, mataría que nos juntemos antes de las fiestas para descorchar el año, tenemos mucho para festejar.
Eso sí: pídanle permiso a Naty para ir.

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