viernes, 27 de marzo de 2009

HAY QUE CALMARSE UN POQUITO Y QUE PARE LA TORMENTA

Estoy desconcertado.
Hace algunos días que no puedo frenar mi impulso de hablar de la chica ésta en cuestión. Me duele la cabeza a horrores, me duele el pecho, vivo colgado en el tren a las nubes, qué se yo. 
Ayer viernes fui a imprimir las fotos que nos sacamos juntos el sábado anterior que fui de visita a su casa. La veo conmigo y me pongo re mal. Debo de ser un masoquista, en vez de enterrar los sentimientos que guardo para con Verónica los saco de abajo de las alfombras. Creo que ella está un poco enojada conmigo. Enojada de tener que soportar mis ganas de amarla. Pasaron 10 años y descubro que ese amor no se murió ni se apagó ni nada. Sigue firme por ahí. Pasó Karina, está Natalia, y Vero ahí está. 
Soy un idiota.
Idiota por seguir ilusionado conque una vez se hará. Ya tengo mi familia... podrán decir que separarse es lo más normal hoy día. ¿Y mis hijos qué, acaso hacerlos sufrir por no volver a verme todos los días como hasta ahora?. Ya me jodí solo, pensé que iba a olvidar ese amor, que incluso la propia Verónica me olvidaría para siempre y haría su vida feliz junto a su pareja y su hijo.
Pero Vero se separó hace rato. Yo no doy más con mi tristeza de saberla imposible de por vida. Estoy en una disyuntiva de la San Puta. 
Como lo escribí en un papel "no quiero pasar por este mundo sin haber amado alguna vez a Verónica" parece que así será. Cargo con este dolor terrible de haber elegido lo que elegí y no haber esperado un tiempo más de soledad en ese entonces para hacer lo que realmente quería siempre. Pasa que, al ver que no tenía respuestas del otro lado, elegí no estar más solo. La soledad es espantosa, y de eso sé mucho. Pero ahora que pasó el tiempo, volver atrás no se puede.
No tengo ni la menor idea si Natalia sospecha algo. Venimos de mal en peor hace algunos meses. Me tiene olvidado, no me da ni el mínimo de cariño que una pareja debe darse. Dirán que son los hijos, que es normal. Pero me siento solo como perro abandonado... Espero que Vero entienda si llega a leer esto (dudo que lo haga, nunca entra a mi blog), o si se lo digo en la cara de una vez. 
Me siento muerto en vida. 
Simplemente reapareció como un huracán que descajetó todo. 
En especial, mi corazón.

Bye.
Chris---

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