Te contemplo inmensa
ante mi pobre pequeñez
hago silencio a tus encantos
y a todo lo poco que me des.
Me redimo a tus expensas
sos dueña de mi vaivén
pasión que lucha contra la marea
y desangra por los pies.
Cólera que me acecha
se hace sangre y piel
invento amnesias a mi paciencia
fumando solo al atardecer.
Me desvastás completo
atornillado a tu vaivén
tornado iracundo devorador
que no me deja volver.
Te describo como pueda
con mi endeble pequeñez
hago silencio a tu maltrato
y a todo lo poco que me des.
(10 de febrero de 2000)
No hay comentarios:
Publicar un comentario